domingo, 3 de febrero de 2019

La Fuente de la llorona en Huamantla Tlaxcala

Post oleh : Unknown | Rilis : febrero 03, 2019 | Series :

La Fuente de la Llorona, ubicada actualmente en la esquina que conforman las calles Zaragoza Poniente y Guerrero Sur en el centro de la Ciudad; Una historia de misterio y terror entorno a una bella mujer que hasta la fecha sigue apareciéndose a media noche sentada en la fuente esperando a que algún hombre caiga en sus manos.


En la esquina que forman las calles de Guerrero sur y Zaragoza, se ubicaba una casona que era propiedad del juez Merino (Actualmente Notaria de Carlos Ixtlapale) y que por eso se le conocía como “Los altos de Merino”, cuenta la leyenda que este personaje llegó a Huamantla junto con su esposa y tres hijos varones en 1880.

Se dice que era una propiedad muy grande y que la esposa del juez comenzaba a escuchar por las noches los alaridos de “La Llorona” y eran tan frecuentes que la señora se enfermó y falleció a consecuencia de ese fenómeno.

Entonces el Notario y juez Merino se quedó viudo con sus tres hijos varones, ellos desde lo alto de su casa todas las noches veían sentada una dama en los arcos de la fuente, que son tres.

La mujer era muy hermosa, de tal forma que uno de los hijos gustaba de sentarse en el primer arco, para cortejar a la dama, luego se encaminaban para dar vuelta en la calle Josefa Ortíz de Domínguez.

Sin embargo en el plano original de Huamantla de 1890, esa calle se llamaba la calle de la “Llorona”, porque ahí daba la vuelta y desde ahí se escuchaban los alaridos, hasta llegar a la iglesia de El Calvario.

Dicen que era testigo de que la mujer atravesaba la reja y desaparecía en el patio, al poco tiempo enfermó de tifo y nunca se pudo recuperar y murió, algo parecido le paso a uno de sus hermanos, pero él se sentaba en el arco de en medio, y la historia se volvió a repetir con los trágicos resultados. 

El tercero corrió igual suerte, ya la dama era cortejada en el tercer arco, de tal forma que los tres hijos se murieron a causa de que se enamoraban de dicha mujer y esto ocurre en 1888, el notario y juez merino era muy estimado y esto que pasó lo recuerda la gente de Huamantla. Algunas personas en la actualidad cuentan que aun observan como una mujer vestida de blanco se sienta en la fuente por las noches a esperar a que algún hombre caiga en sus garras. .

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